Siempre
puedo transformarte en algún dios
De alguna
cosa
Pero
reinado entre la comida
No
necesitas nada
Ni tridente
Ni oráculo
Ni sacar
hijos de la cabeza
La magia
del cuchillo
Que toca tu
mano
Y la
remolacha
Que es
rebanada
Para
preparar
Una gloria
Una ofrenda
al amor,
Y los ojos
de los comensales
Que se
alimentan del sudor que dejas en el ajo
Del ajo que
sos
De sentirle
el olor al ajo y excitarme
Encontrarte
en una mezcla de chauchas y brócoli
Encontrarte
ahí y comerte
Yo me
siento una inútil
Viendo a un
alquimista de la cocina como vos
Hervir con
el torso desnudo
Algún
líquido para volcar,
Después me
siento consagrada
Cuando abro
la boca y te tengo en la lengua
Por la piel
y la sangre que dejas
En la
cuchilla
El olor
flor de tus manos
Bendito sea
Comer en tu
vientre
Alabado en
el suelo
Con las
plantas
Y albahaca
que habla
Es tu amiga
Tu princesa
Que te
perfuma
Y la menta
que te llama, y te avisa a donde está.
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Piquitos